Unas reflexiones: La cabezonería de M…

Me manda las siguientes reflexiones una persona de cuarenta años y una larga adicción a la cocaína. Durante un tiempo hemos estado luchando juntos para vencer su tremendo problema de adicción, él en primera línea, yo, ayudándole, y siempre a su lado.

En estos momentos en los que se encuentra superando la adicción y, como dice, lúcido y reflexivo, se ha dictado los siguientes razonamientos. Por su enorme interés, y con su aprobación, lo incluyo aquí. Tanto él como yo consideramos que puede ser de alguna ayuda para aquellas personas que se plantean luchar por superar este problema. Le puso el acertadísimo título de: “La cabezonería de M…”.
Para salvaguardar su identidad solo aparece la primera letra de su nombre: M

La cabezonería de M…
-Es creer que se puede beber cuando se quiera, lo que se quiera y salir de fiesta por ahí sin problemas, como si nada.
-Es creer que vas a poder controlar todo lo que te suceda, simplemente, sin más.
-Es creer que ciertos sitios y ciertas personas no van a afectar a tu enfermedad.
-Es creer que a las drogas se le puede ganar saltándose ciertas reglas, es decir, saliendo, bebiendo, volviendo a casa a altas horas de la madrugada, frecuentando discotecas, bares, pubs, verbenas…
-Es creer que la vida es fácil, que tendrás suerte siempre, y que la droga no molestará en tu proceso vital.
-Es creer que el alcohol no te lleva a la cocaína.
-Es creer que las pastillas para no beber no son necesarias y que solo con tu voluntad podrás ganar a la cocaína.
-Es creer que a la droga se la gana. NO, a la droga no se la gana, se la deja.
-Es no aceptar las limitaciones propias de este proceso.
-Es creer que detrás de una barra, y delante de un tirador de cerveza puedes aguantar.
-Es creer que este es un problema menor, secundario, que se resuelve solito, sin ayuda, solo con el tiempo.
-Es creer que no hace falta esfuerzo, sacrifico, tiempo, y mucha disciplina.
-Es creer que las circunstancias no cuentan.
-Es creer que las recaídas ayudan a dejar la cocaína, cuando en realidad te destrozan cada una un poco más, pues te destruyen en segundos la voluntad y el esfuerzo aportado durante mucho tiempo.
-En definitiva la cabezonería de M… es creer lo increíble. Sorprenderse con recaídas cantadas.
-Es creer que tienes veinte años y que puedes seguir con esto veinte años más.
-Es creer que se puede negociar con la droga: consumo solo, solo este fin de semana y nada más.
-La cabezonería de M… le ha llevado a arruinarse física, mental y económicamente en más de una ocasión; a mentir, a dejar pasar oportunidades por no estar en condiciones, a dejar de amarse, a dejar de vivir cosas maravillosas, a aislarse de todo y de todos.
-La cabezonería de M… desaparece cuando acepta sus limitaciones, su debilidad, su enfermedad, su vulnerabilidad. Acepta que en un aspecto no es igual que los demás y que debe cuidarse, y curarse.