Las drogas son sustancias que afectan de forma indiscutible y, en algunos casos gravemente, al cerebro, el órgano más importante que tenemos, produciéndole sensaciones placenteras, pero también alteraciones en su funcionamiento, así como posibles deterioros graves a medio y a largo plazo. Las drogas tienen dos caras: la cara visible, los efectos inmediatos de sensaciones más o menos placenteras, que son los que hacen que la gente siga consumiéndolas; y la cara oculta, los efectos a medio y largo plazo que al principio no se ven, pero que aparecerán, inevitablemente, con el tiempo.
Ningún consumidor prudente debe considerarse excluido de padecer esos efectos, pues es cuestión de tiempo que los sufra. Por lo tanto, conviene tener en cuenta:
-Que una de las características de las drogas es que una vez probadas, desata un proceso de consumo que, con el tiempo, irá en aumento, generando problemas de mayor o menor gravedad: físicos, psicológicos, académicos, laborales, económicos, familiares, de pareja y sociales.
-Las drogas son sustancias peligrosas para el ser humano, tanto para la parte física como para la mental. De todas, las que más están aumentando su consumo en la actualidad son la cannabis y la cocaína. De ellas conviene saber los problemas psicológicos y psiquiátricos que pueden ocasionar.
Para situarnos, y de manera abreviada, conviene saber que existe en el ámbito de la salud mental dos zonas: el de la cordura y el de la locura, y una línea que los separa. Traspasar esa línea y adentrarse en el mundo de la enfermedad mental es sufrir trastornos psicológicamente muy complejos y del que es muy difícil salir, y, en muchos casos, del que no hay retorno: es el mundo de la psicosis o el de la esquizofrenia. A la psicosis, por centrarnos solo en ella, se la diagnostica por tres trastornos: alucinaciones, delirios y paranoias.
Clasificación de las drogas:
- Depresoras.
- Estimulantes: Cocaína… (entre otras)
- Alucinógenas: LSD – Cannabis… (entre otras)
Las alucinaciones y las paranoias son síntomas de trastornos psíquicos que deterioran seriamente la capacidad de percepción, del pensamiento y del comportamiento. El cannabis está clasificada dentro del grupo de las alucinógenas, es decir, droga que puede producir brote psicótico de tipo alucinatorio. La cocaína brote psicótico de tipo paranoide. A las psicosis producidas por el consumo de drogas, para diferenciarlas de las de la enfermedad mental, se las define como psicosis tóxica.
El Manual de Psiquiatría (DSM IV) diferencia dos psicosis tóxicas: la cannábica (producida por la cannabis); y la cocaínica (producida por la cocaína.
Cannabis:
El Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM IV) señala: La característica esencial de la intoxicación por cannabis es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales clínicamente significativos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo.
Entre los efectos a medio y largo plazo del consumo de cannabis (hachís, marihuana, porro) conviene tener presente los siguientes: falta de motivación y apatía, disminución de la capacidad de atención, concentración y de memoria, trastorno del comportamiento, disminución de la reacción ante los estímulos y reducción de los reflejos, desorientación temporoespacial, reducción del impulso sexual, daño en las funciones reproductoras, alucinaciones (posible psicosis tóxica) y deterioro neurológico.
El cannabis no es una droga tan blanda como se cree.
Cocaína:
Entre los efectos producidos por la cocaína a medio y largo plazo conviene tener presente los siguientes: euforia caracterizada por locuacidad y aumento de la sociabilidad, aceleración mental, hiperactividad, nervios en tensión, ansiedad y pérdida del dominio corporal y mental (se pasa a discutir y pelearse al menor motivo). Posteriormente a este estado de excitación afloran periodos de depresión bien marcados, cambios de carácter e hiperexcitabilidad, pasando de la euforia a la apatía, al mal humor o a la agresividad; también puede producir reacciones paranoicas.